La fibra óptica es un medio de transmisión de datos que se ha convertido en uno de los más utilizados en el mundo de las telecomunicaciones debido a sus ventajas frente a otros medios. La principal ventaja es su gran capacidad de ancho de banda, lo que permite transmitir grandes cantidades de datos a largas distancias y con una baja atenuación.
Sin embargo, la fibra óptica es también un medio muy sensible a las condiciones ambientales y a los daños mecánicos, térmicos o químicos que pueda sufrir durante su instalación o su uso. Por eso, es importante proteger el cable de fibra óptica para asegurar su integridad y durabilidad.
La armadura es una capa que se coloca alrededor del cable de fibra óptica con el objetivo de protegerlo de los posibles daños externos. Existen diferentes tipos de armaduras, como la corrugada, la trenzada y la en espiral, que ofrecen diferentes grados de protección en función del entorno donde se va a instalar el cable de fibra armada.
Armadura Corrugada: Ideal para Cables Enterrados o de Exterior
La armadura corrugada es una capa metálica, normalmente una cinta de acero, con forma de ondas que se coloca sobre el revestimiento exterior del cable de fibra óptica. Esta armadura ofrece una buena resistencia a la tracción, a la compresión y a la torsión, así como una buena flexibilidad. Por esta razón, es ideal para el enterrado directo o la instalación en exteriores.
Armadura Trenzada: Ideal para Cables Submarinos o en Ductos
La armadura trenzada es una capa formada por hilos metálicos o plásticos que se entrelazan alrededor del revestimiento exterior del cable. Esta armadura ofrece una buena resistencia a la tracción y a la abrasión, así como una buena flexibilidad. Por esta razón, es ideal para cables submarinos o en ductos. En condiciones submarinas más complejas, los cables de fibra óptica también pueden ser de doble armadura para proporcionar protección adicional.
Armadura en Espiral: Ideal para Cables Sometidos a Fuertes Tensiones o Vibraciones
La armadura en espiral es una capa formada por alambres metálicos o plásticos que se enrollan en forma helicoidal alrededor del revestimiento exterior del cable. Esta armadura ofrece una buena resistencia a la tracción y a la compresión, así como una buena rigidez. Por esta razón, es ideal para cables sometidos a fuertes tensiones o vibraciones.
La elección del tipo de armadura dependerá del entorno donde se va a instalar el cable, el tipo de fibra óptica que se utiliza, el costo y el rendimiento esperado. No todos los cables de fibra óptica necesitan una armadura, pero en algunos casos puede ser conveniente utilizarla para garantizar la integridad y la durabilidad del cable.
En conclusión, la armadura es un elemento que puede mejorar la protección del cable de fibra óptica frente a los agentes externos que puedan dañarlo. Si bien no es imprescindible utilizar el cable de fibra armada en todos los casos, sí es recomendable evaluar la necesidad de su uso en función del tipo de cable, del tipo de fibra y del tipo de instalación que se realice.