En la era de la electricidad, los cables de alto voltaje son una parte esencial de nuestra infraestructura moderna. Estos cables transportan grandes cantidades de energía eléctrica a largas distancias, alimentando nuestras casas, industrias y ciudades. Sin embargo, ha habido una preocupación persistente sobre si la radiación de estos cables de alto voltaje puede afectar la salud humana. Para comprender este tema en su totalidad, primero debemos distinguir entre dos tipos de radiación: la ionizante y la electromagnética.
Tabla de contenidos
- Radiación Ionizante
- Radiación Electromagnética
- ¿Dónde está el Peligro de los Cables de Alto Voltaje?
- El Misterio de los Chisporroteos y las Chispas en los Cables de Alto Voltaje
- Conclusión
Radiación Ionizante
La radiación ionizante es aquella que lleva suficiente energía para liberar electrones en átomos o moléculas de una sustancia, ionizando así esos átomos o moléculas.
Fuentes de Radiación Ionizante
Las fuentes de radiación ionizante son variadas, y pueden ser de origen natural o humano. Las fuentes naturales incluyen la radiación cósmica que llega desde el espacio, la radiación terrestre que emana de minerales radiactivos en la corteza terrestre y la radiación del gas radón que se libera desde el suelo. Estas fuentes naturales de radiación son una parte constante de nuestro entorno y, en general, representan un riesgo relativamente bajo para la salud humana.
Por otro lado, las fuentes artificiales de radiación ionizante son creadas por la actividad humana y a menudo se asocian con aplicaciones médicas, industriales y militares. Las fuentes artificiales incluyen máquinas de radioterapia utilizadas para tratar el cáncer, reactores nucleares utilizados para generar energía eléctrica y material radiactivo utilizado en aplicaciones industriales y científicas. Estas fuentes artificiales pueden ser mucho más intensas que las fuentes naturales y, por lo tanto, tienen un mayor potencial para causar daño.
Efectos en el Cuerpo Humano
Cuando la radiación ionizante interactúa con el cuerpo humano, puede tener efectos perjudiciales en las células y los tejidos. El principal mecanismo detrás de esto es la capacidad de la radiación ionizante para liberar electrones de los átomos y moléculas a medida que pasa a través de ellos. Este proceso, conocido como ionización, puede dañar el material genético de las células, causar rupturas en las cadenas de ADN y aumentar el riesgo de mutaciones.
Los efectos de la exposición a la radiación ionizante dependen de varios factores, incluida la cantidad de radiación absorbida (dosis), el tipo de radiación, la duración de la exposición y la parte del cuerpo expuesta. Los efectos pueden ser agudos, manifestándose poco después de la exposición, o crónicos, desarrollándose a lo largo del tiempo. Los síntomas de la exposición aguda pueden incluir náuseas, vómitos, fatiga y daño a los órganos internos. Por otro lado, la exposición crónica puede aumentar el riesgo de cáncer y provocar trastornos hematológicos, como la leucemia.
Radiación Electromagnética
La radiación electromagnética es la transmisión de energía y momento en forma de ondas en el espacio, causada por campos eléctricos y magnéticos oscilantes en la misma dirección y perpendicular entre sí, que se propagan en dirección perpendicular al plano formado por los campos eléctricos y magnéticos.
La interacción cambiante entre los campos eléctricos y magnéticos genera ondas electromagnéticas, que se emiten al aire o se propagan, creando la radiación electromagnética. La radiación electromagnética tiene componentes de campo eléctrico y campo magnético que oscilan en direcciones mutuamente perpendiculares, transportando energía.
La radiación electromagnética se clasifica en diferentes tipos según su frecuencia o longitud de onda, que incluyen (de menor a mayor frecuencia): energía eléctrica, ondas de radio, microondas, radiación de terahercios, radiación infrarroja, luz visible, radiación ultravioleta, rayos X y rayos gamma. Entre ellos, las ondas de radio tienen la longitud de onda más larga, mientras que los rayos gamma tienen la más corta. Los rayos X y los rayos gamma tienen una alta capacidad de ionización, mientras que otros tipos de radiación electromagnética tienen una capacidad de ionización relativamente baja. Las frecuencias más bajas no tienen capacidad de ionización.
Algunas formas de radiación electromagnética tienen efectos sobre el cuerpo humano. Sin embargo, la radiación electromagnética requiere una condición necesaria para su generación: debe haber una fuente de cambio en el tiempo, y la frecuencia de esta fuente de cambio debe ser lo suficientemente alta como para producir efectos de radiación evidentes, generalmente por encima de 3000 Hz.
La frecuencia de la corriente alterna convencional es solo de 50 Hz, lo que está muy por debajo de este valor. Por lo tanto, las instalaciones eléctricas como las líneas de alta tensión y las subestaciones no generan radiación electromagnética como se menciona.
¿Dónde está el Peligro de los Cables de Alto Voltaje?
La clave para comprender la seguridad de los cables de alto voltaje es que no emiten radiación ionizante ni radiación electromagnética en el sentido tradicional. En lugar de eso, generan campos electromagnéticos de muy baja frecuencia, también conocidos como campos eléctricos e inducen campos magnéticos. Cuando el cuerpo humano se encuentra en este entorno de campo electromagnético, se induce una corriente eléctrica en el cuerpo, y es importante controlar esta corriente inducida.
La forma principal de controlar la corriente inducida es mantener una distancia segura de los cables de alto voltaje. Según las pruebas, fuera de la distancia de seguridad de las instalaciones eléctricas de 220 kV, la intensidad del campo electromagnético es menor que la de los electrodomésticos comunes. Por lo tanto, en condiciones normales, no hay motivo de preocupación. Además, las instalaciones eléctricas, incluidos los cables aéreos de alta tensión, están diseñadas y construidas cumpliendo estrictos estándares de seguridad, y generalmente hay señales que indican la distancia de seguridad.
El Misterio de los Chisporroteos y las Chispas en los Cables de Alto Voltaje
Cuando observamos cables de alto voltaje, a menudo notamos destellos y chispas acompañados de un sonido característico, lo que a veces se llama «chisporroteo». Estos fenómenos se conocen profesionalmente como la descarga de corona. Ocurren debido a la alta intensidad del campo eléctrico en la superficie del conductor de cables aéreos, que provoca la ionización del aire y la liberación de electrones. Como resultado, se escucha el característico sonido de chisporroteo, se percibe el olor a ozono y, especialmente de noche, se pueden ver destellos de color azul-violeta alrededor del conductor.
La descarga de corona puede tener consecuencias, como pérdida de energía eléctrica, interferencia de radio y ruido audible. Sin embargo, es importante destacar que la descarga de corona no produce radiación de alta frecuencia y, por lo tanto, no representa un riesgo para la salud humana. La única molestia real que puede causar es el ruido, que puede afectar el descanso de las personas en las cercanías. Esto es más evidente en líneas de ultra alto voltaje y subestaciones, pero generalmente hay pocas personas cerca de estos lugares.
Conclusión
En resumen, es fundamental comprender la diferencia entre la radiación ionizante y la radiación electromagnética cuando se trata de cables de alto voltaje:
- La radiación ionizante, proveniente de fuentes médicas e industriales, es peligrosa para la salud humana y puede tener efectos graves, como se vio en los incidentes de Chernobyl y Fukushima.
- Los cables de alto voltaje a frecuencias muy bajas y no emiten radiación electromagnética en el sentido tradicional y no representan un riesgo para la salud humana.
- Los campos electromagnéticos de frecuencia industrial generados por los cables de tensión alta son de intensidad muy baja fuera de la distancia de seguridad, y su efecto en el cuerpo humano es prácticamente insignificante.
- Los chisporroteos y chispas observados en los cables de alto voltaje, conocidos como descarga de corona, son fenómenos normales y no representan un peligro para la salud humana, aparte del posible ruido que generan.
En última instancia, los cables de alto voltaje desempeñan un papel esencial en nuestra infraestructura eléctrica y, cuando se manejan correctamente, no suponen un riesgo significativo para la salud humana. Por lo tanto, podemos estar seguros de que la electricidad que alimenta nuestras vidas es esencialmente segura en lo que respecta a la radiación.