Los planes de un nuevo proyecto de transmisión eléctrica para llevar la electricidad de Egipto e Israel a Grecia están cobrando impulso. Esto se produce en un momento en que Europa busca reducir su dependencia de la energía rusa.
Desde el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania a finales de febrero, la UE ha intensificado sus sanciones contra Rusia. La UE ha anunciado recientemente que prohibirá las importaciones de carbón ruso a partir del 10 de agosto de 2022.
Al mismo tiempo, las importaciones de petróleo ruso se han reducido considerablemente. Se espera que las importaciones se reduzcan en casi un 90% a finales de este año.
Rusia, por su parte, ha contrarrestado a la UE mediante la energía del gas natural. Rusia exige que las compras de gas se liquiden en rublos. También ha reducido la cantidad de gas que entrega a Europa.
Esto ha hecho que algunos países europeos corran el riesgo de sufrir interrupciones en el suministro de las importaciones de gas ruso.
En este contexto, las conexiones energéticas de Egipto e Israel con Europa a través de Chipre desempeñan un importante papel para la seguridad energética de Europa.
Uno de los proyectos de cables de transmisión está previsto para transportar únicamente energía verde. Esto ayudará a la UE a avanzar en su plan energético de 210.000 millones de euros con un núcleo de las energías renovables.
Manos Manousakis, director general del operador de la red griega ADMIE, declaró en una entrevista: «Conectar la electricidad a Europa desde otras regiones supondrá una oportunidad para reducir la dependencia energética de Rusia. Si Europa quiere apostar por la energía verde, no puede ignorar el enorme potencial energético del norte de África y Oriente Medio».
El proyecto de cable para conectar con Egipto cuenta actualmente con el apoyo del gobierno local y las autoridades griegas. Y ahora requiere financiación de la UE.
Elica SA, promotora del proyecto del grupo griego Copelouzos, ha presentado una solicitud. Espera que los cables se incluyan en la lista de la UE de los llamados proyectos de interés común.
La empresa estima una inversión de unos 3.500 millones de euros. Los bancos griegos y el Banco Europeo de Inversiones ya han manifestado su disposición a participar.
La ADMIE y la Compañía Egipcia de Transmisión de Electricidad están colaborando en el diseño de una ruta eléctrica directa a la Grecia continental.
Además, la ADMIE y la empresa italiana Terna están estudiando la viabilidad de una segunda conexión eléctrica entre ambos países. También ha empezado a estudiar una nueva conexión eléctrica con Albania y una ampliación de la línea eléctrica existente con Macedonia del Norte.
El proyecto de cable de 1.208 kilómetros servirá para construir un interconector euroasiático entre Israel, Chipre y Grecia. Podrá suministrar electricidad producida con las reservas de gas de Chipre e Israel, así como con fuentes de energía renovables.
El proyecto de transmisión se planificó por primera vez en 2008. Pero se retrasó debido al cambio de gobierno en Egipto. La primera fase del proyecto costará unos 2.500 millones de euros y tendrá una capacidad total de transmisión de 1.000 megavatios.
Se duplicará tras la siguiente fase. Está previsto que la construcción finalice a finales de 2025 y que la puesta en marcha se produzca en el primer semestre de 2026.
La UE acordó en enero aportar 657 millones de euros para el tramo que une Chipre con la isla griega de Creta. Esta cantidad se suma a los 100 millones de euros ya asignados por el Fondo Renacimiento de la UE. Chipre es actualmente el único Estado miembro de la UE que no está conectado a la red europea.